Dr. Alfred Tomatis
«Para el cerebro no hay vacaciones, ni jubilación».
Alfred A. TomatiS
En Europa más del 20% de la población ha superado los sesenta.
Es extraordinario pensar que hay tantas personas que pueden aprovechar después de una vida profesional muy activa grandes momentos de calma, de descubrimiento, de pasión. ¡Pero es necesario que la información entre bien a nuestro cerebro!
Hoy se sabe que el oído humano es una batería que aporta al cerebro y al cuerpo la energía que necesitan. Esta energía es necesaria para alimentar el pensamiento, la reflexión y la creatividad. Es pues, esencial, hacer trabajar su oído y su cerebro permanentemente si se quiere conservar esta atención, esta vigilancia y retener todo lo que pasa y se dice alrededor nuestro.
Quién envejece tiene la necesidad de ser constantemente regenerado por múltiples estímulos para continuar haciendo funcionar los miles de células que pueblan nuestro cerebro.
Es muy importante vivir muy positivamente este paso de la vida activa a una jubilación feliz. Por ello es necesario mantenerse para conservar sus medios psíquicos y físicos.
Sobre el plano físico se entiende muy fácil la importancia de continuar haciendo ejercicio: andar, correr, nadar,… para mantener sus músculos, pero pocas personas dan la misma importancia o más al despertar el cerebro, la memoria, la creatividad.
Es necesario estimular la función de Escucha para redinamizar, darle «ganas» de leer, de aprender y de abrirse a los otros.
Un oído que funcionaba bien y que súbitamente no hace más esfuerzos para Escuchar, va a perder sus funciones. Pues es el oído medio el que permite la acomodación. Cuando su musculatura se debilita la persona no escucha más.
Con una buena reeducación, la persona se dirige de nuevo a Escuchar, a entender, se vuelve más dinámico, tiene ganas de hablar, se endereza y su tiempo de sueño disminuye. ¿Por qué? Porque su oído reemprende su función de carga cerebral.
La música y la voz juegan un papel importante en estos ejercicios de estimulación, haciendo trabajar, gracias a las básculas electrónicas, los músculos del martillo y del estribo presentes en el oído medio.
Escuchar regularmente un fondo musical, como Mozart (es el que mejor reproduce los ritmos rápidos del niño) es una de las actividades que preconiza A.A. Tomatis, así como la lectura en voz alta, sin embargo nada reemplazará al canto y muchas de las personas «mayores» después que lo descubren se apuntan a corales por el placer de cantar juntos, .dar conciertos, y reintegrarse en un grupo humano.
Por otra parte, más y más personas desean aprender idiomas, manifestando así un interés por el lenguaje, la comunicación y sin duda por la relación con otras generaciones.
La estimulación del oído se acompaña siempre de un acrecentamiento de la creatividad. Las personas «mayores» después de las sesiones Tomatis- acceden más fácilmente a la música, a la escultura, al dibujo y a todas las formas de arte, para un mejor desarrollo Personal.
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